Por: Jenddy Ortega Galvis
Querido
diario
Querido diario, hoy me
encuentro en uno de esos días en los que me tomo el tiempo para reflexionar
sobre lo que he hecho y lo que haré y me doy cuenta que estoy llevando una vida
en la hago cambios y giros inesperados y estos no los había tenido en mis planes, ni para el presente ni
para un futuro próximo.
Quizás estos giros no han
sido los mejores en estos he perdido y
he ganado, pero dicen que de los errores se aprende, que caer es cosa de la
vida cotidiana, pero levantarse es opcional.
Esto es algo que tengo presente que si me caigo me levanto con más
ganas de seguir avanzando en esta vida, porque es soló una y tenemos la
oportunidad de fallar y revindicar, lo importante es aprender de cada una de
ellas y tratar de no volver acometer el mismo error.
Además poseemos la fortuna
de tener las experiencias que queramos, esos si, siempre teniendo presente a
quien podemos perjudicar en nuestras aventuras y está en nosotros llevarlas
acabo o no.
Considero que en el
trascurso de mi vida debería hacer muchos cambios, pero en cosas que realmente
creo que me harían un bien, como
trabajar poco a poco para corregir mis defectos y no perder nunca mis virtudes,
no olvidar nunca quien soy, que quiero y para donde voy.
Vivimos en un mundo donde
todo el tiempo te venden prototipos de vidas que debes seguir, pero es ahí
donde debes ser tu mismo y no cambiar por aparentar lo que no eres. Hay que
iniciar una lucha constante con esas personas que te quieren formar a su imagen
y semejanza, debes tener la suficiente
autonomía para no permitirlo.
Si algo tengo seguro en mi
vida es que debo equivocarme para aprender la lección, que nadie es perfecto en esta vida que apenas
vamos hacia el camino de la perfección y es un recorrido bastante largo, que
aparentemente es difícil de alcanzar más
no imposible, que debo luchar constantemente por mis sueños y llevarlos acabo de
la mejor manera, porque el que no sueña
no sabe hacia donde va. Que no me debo rendirme jamás y para lo que gente dice
no eres capaz, que esas palabras se han mi aliento y me den la suficiente
fortaleza de demostrarles en cualquier situación todo lo contrario, que el
querer es poder.
Se que todo no tiene que ser
tan perfecto que puede llegar el momento en el que diga ya no sé qué hacer
conmigo, y espero poder recordar quien siempre he sido, que es lo que quiero y
que es lo que haré.
También sé que cada paso que
doy lo hago detenidamente y con la mayor sabiduría, y sí he de equivocarme estar
preparada para asumir las consecuencias,
estas no serán para derrumbarme, sino
para aprender y crecer como persona.
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